Mirando horquillas para darle un respiro a mi actual Rock Shock he visto que, como siempre existen infinidad de variables a la hora de tomar la decisión.
He encontrado una
página donde explican bastante bien los diferentes parámetros y términos relacionados con las horquillas..., interesante echar un vistazo...
Primero a groso modo es interesante conocer las diferentes partes que conforman la horquilla:
Tubo: es el encargado de comunicar el cuadro con la horquilla. Va embutido a presión en la corona y por dentro está hueco con el fin de alojar la araña. La araña es una pieza con forma de estrella que asegura un buen ajuste entre la horquilla y la potencia.
El tubo puede venir en diferentes medidas, todas ellas expresadas en pulgadas:
1″ (prácticamente en desuso),
1 1/8″ (de la más habitual a día de hoy),
1 1/8″ – 1.5″ (es una combinación de dos diámetros, una pulgada y un octavo en la parte superior y una pulgada y media en la parte inferior. También conocidas como horquillas de tubo cónico o Tapered) y
1.5″ (usada, por ejemplo en las Lefty de Cannondale). A mayor diámetro de tubo, mayor rigidez tendremos en la dirección. Esta medida debe coincidir con la del cuadro que tengamos y la dirección que montemos.
Pletina o corona: esta pieza establece la unión entre el tubo y las barras, vienen fabricadas en acero, aluminio, magnesio, fibra de carbono u otras aleaciones. Normalmente encontraremos una única pletina en la horquilla a no ser que se trate de los modelos específicos de gran recorrido para la modalidad de descenso y freeride que pueden tener varias pletinas.
Diales o controles: su misión varía según el modelo pero las más habituales son: ajuste de precarga del muelle, válvula para insertar aire, bloqueo, recorrido y rebote.
Barras: su forma es cilíndrica, en su interior alojan el sistema de suspensión y trabajan durante la gran mayoría del tiempo ya que tienen un movimiento relativo con respecto a las botellas. Se ven sometidas a fuerzas de fricción por lo que algunos modelos llevan acabados superficiales que reducen el rozamiento y prolongan su vida. No es de extrañar encontrar algunos modelos que llevan protección ya que es de los componentes más expuestos y delicados. Algunos de los diámetros que podemos encontrar son los siguientes: 28mm, 30mm, 32mm, 35mm, 36mm, 38mm y 40mm, siendo el de 32mm el más habitual. A mayor diámetro, mayor rigidez. En su parte inferior se encuentran unos agujeros roscados que sirven para cerrar la horquilla mediante tornillos, quedando sujeto el conjunto barras – botellas.
Botellas: junto con las barras son las piezas que tienen un movimiento relativo. Al accionar la horquilla las botellas suben y cubren las barras, subiendo más o menos dependiendo del impacto recibido.
Retenes / atrapapolvos / guardapolvos: es un conjunto de piezas de plástico y goma que se encarga de proteger el interior de la horquilla de suciedad, polvo, barro, piedras, agua y todo a lo que podamos exponer la bici. También aseguran un buen cierre para que no salga aceite al exterior y la horquilla permanezca lubricada. En el momento que veamos aceite en las barras, debemos comprobar si proviene de los retenes y de ser así, sería necesario reemplazarlos. La distancia entre el límite superior de los retenes y el límite inferior del puente, es decir la parte visible de las botellas, define el recorrido de la horquilla.
Puente: su misión es aportar rigidez a la horquilla ya que establece la unión entre las botellas.
Muelle o sistema de aire: es el encargado de absorber los impactos que recibe la horquilla. Lo más habitual es encontrar horquillas que llevan solo muelles o una combinación de muelle y cámara de aire. Los muelles se puede reemplazar por otro según el peso del usuario y tienen un comportamiento mas bien tosco y duro. Son económicos pero pesados, salvo excepciones.
Los sistemas de aire tienen una respuesta más fina y ajustable. Se regula con la presión que introduzcamos en la cámara y permite ajustar el comportamiento a nuestro gusto. Al prescindir de muelles es más ligero pero también más costoso de mantener y reparar en caso de tener que hacerlo. Hay horquillas que vienen con dos cámaras: una positiva y una negativa, cosa que permite afinar más aun la precarga y el rebote de la suspensión delantera.
Anclaje para frenos: Se trata de unos salientes que sirven para sujetar la pinza del freno en caso de ser de disco. Si es un freno tipo V-brake encontraremos los anclajes adecuados en la parte superior de la horquilla, a la altura del puente aproximadamente.
Volviendo a los discos podemos encontrar dos estandares: el internacional más conocido como IS (International Standard, se necesitan adaptadores para colocar la pinza) y el Post Mount (prescinde de adaptadores, la pinza se monta directamente sobre la horquilla), son los que se muestran a continuación.
Soporte para el eje de la rueda: es donde va insertado el eje de la rueda. Se mide el diámetro del agujero cilíndrico y las medidas más habituales son de 9mm (el más habitual en el que el eje se extrae junto con la rueda, también conocido como cierre fácil), 15mm y 20mm. Para extraer la rueda de estos dos últimos será necesario extraer el eje de forma transversal respecto a la rueda y después la propia rueda. A mayor diámetro de eje, mayor rigidez. Normalmente cuando nos topemos con la página de un fabricante de horquillas apreciaremos que algunas llevan el eje puesto y otras no. Las que no lo llevan son las de 9mm mientras que las que sí lo llevan son de 15 o 20mm.
También es necesario saber para qué medida de rueda es cada horquilla, pudiendo ser de 26″ o 29″ y mas recientemente también de 27,5" conocidas como 650B
Una vez conocidas las "partes" de la horquilla es interesante también conocer los diferentes
ajustes que pueden realizarse sobre ellas:
Recorrido: es el desplazamiento ascendente que puede realizar una horquilla, es decir, la distancia máxima que pueden recorrer las botellas hacia arriba. Hay horquillas que permiten cambiar el recorrido ya sea desmontando la horquilla, es decir de forma interna, o bien mediante un dial que lo hace instantáneamente como la Fox Talas.
Dureza o precarga: es la fuerza que necesitamos ejercer para hundir la horquilla. A mayor dureza tendremos menor absorción en la suspensión.
Rebote: es la velocidad a la que regresa la horquilla después de hundirla. Algunos modelos llevan regulación para alta (impactos violentos) y baja velocidad (pequeños baches), cosa que permite ajustar la suspensión a nuestro gusto.
SAG: esta medida sirve para determinar la precarga de las horquillas. Para realizar la comprobación debemos equiparnos y subir a la bici con cuidado de no mover mucho la suspensión. Con nuestro peso la horquilla se hundirá, al bajar debemos medir la diferencia. Para ayudarnos podemos usar una brida en una botella. Dependiendo del modelo nos recomendarán usar un 20, 25 o 30% de SAG que significa el qué tanto por cien de recorrido hunde la horquilla con el peso del piloto. A mayor SAG llevaremos una horquilla más blanda y absorbente mientras que con poco SAG tendremos una horquilla más dura que difícilmente hará tope.
Bloqueo: se trata de un sistema que bloquea el funcionamiento de la horquilla al ser activado. Suele emplearse para subidas complicadas o de mucha inclinación. De este modo la fuerza que ejerzamos hacia abajo al pedalear fuerte de pie no irá a la suspensión lo cual nos ahorra energía. Podemos encontrar modelos que lo llevan en la parte superior de una barra y otros que tienen un acceso remoto al manillar que se activa mediante una palanca para mayor confort y seguridad.
Teniendo claro todo lo anterior solo resta un breve recorrido por los diferentes tipos de horquillas que podemos encontrar en el mercado
Rígidas: No tienen recorrido alguno ni sistema de suspensión, su misión es cumplir estructuralmente tanto por la geometría de la bicicleta como resistencia a las irregularidades del terreno. Se pueden encontrar de diferentes materiales como acero, aleaciones de aluminio, titanio o fibra de carbono. La ventaja es que no requieren mantenimiento y su peso es el más bajo que podemos encontrar, su principal desventaja y más evidente es que no actua como suspensión. Este hecho reduce su número de usuarios a “montañeros” clásicos y aquellos que buscan una bicicleta lo más ligera posible o como alternativa para una bicicleta urbana.
Elastómero: Estas horquillas son las más básicas que gozan de suspensión. En este sistema de suspensión los encargados de absorber los golpes son unos trozos de material elastómero, es decir, una especie goma dura (mal dicho). Son modelos de las gamas más bajas por lo que tienen un precio muy contenido. Su peso en cambio es elevado, su capacidad de absorción es mas bien poca en comparación con la mayoría de modelos que encontramos en el mercado actual, apenas tienen algún tipo de ajuste y un recorrido que habitualmente no supera los 100mm.
Horquillas de muelles: como su propio nombre indica son las que funcionan con muelles en su interior. Habitualmente son horquillas muy rígidas pero también pesadas. Suelen llevarlas la mayoría de bicicletas de principiantes / usuarios intermedios. Ofrecen recorridos desde 80mm hasta 130 aproximadamente, dependiendo de los modelos, siendo 100mm el recorrido más habitual. Su uso puede variar, desde pistas y terrenos fáciles hasta modalidades como rally y saltos de dirt, siendo que existen modelos específicos para esta última modalidad. Algunos ejemplos pueden ser la Rock Shox Tora, Suntour XCR…
Horquillas de aire: están predestinadas a usuarios más avanzados que buscan un menor peso y una respuesta más precisa. Funcionan con aire que se introduce en su interior mediante una bomba de alta presión que permite un ajuste fino. Algunos modelos llevan una sola cámara mientras que otras tienen 2 como comentaba anteriormente, hecho que permite jugar con las presiones hasta conseguir la configuración deseada. Los recorridos van desde los 80 mm para rally hasta los 140 – 150 para all mountain. Estos son algunos modelos: Rock Shox Recon, Reba y Sid; Fox F-series y las TALAS; Manitou Minute, Magura Menja y Durin, Suntour Epicon y Axon…