El punto de partida elegido en esta ocasión fue desde el pequeño, y para muchos desconocido, pueblo de Valsendero al que accederemos por Valleseco.
Los primeros 10 km de ruta son en ascenso moderado por pista con alguna rampa "interesante". El paisaje durante esta subida es maravilloso ya que discurre por una zona muy húmeda que en esta época del año "rompe" con los paisajes a los que solemos estar acostumbrados en esta isla.
En un momento de la subida, sobre el cuarto o quinto nos saldremos un instante de la pista para adentrarnos por un corto sendero a una zona donde sin tenéis suerte os encontrareis con un salto de agua y un "riachuelo" que alegra la vista.
Una vez que retomamos la pista seguimos ganando altura para ir adentrándonos en una zona de pinar que acaba en última instancia junto a la carretera que tomaremos dirección Fontanales.
En carretera subiremos un poco hasta llegar a la zona de Montañon Negro para luego bajar en descenso rápido hasta la entrada de un sendero que nos llevará al pueblo de Fontanales. Las vistas que tendremos justo donde comienza el sendero son geniales... en esta ocasión el día estaba despejado y se veía perfectamente el Teide nevado...
La bajada por el sendero hasta Fontanales estaba algo más rota de lo que la recordaba así que en algún punto se puso pie en tierra.
Ya en Fontaneles, momento ideal para tomar un café o lo que se tercie, bajaremos un buen rato por carretera y luego por camino hasta el comienzo del tramos de "Las Curvas del Acero", una bajada muy divertida que acaba en el Barranco de Las Madres.
Una vez en el fondo del Barranco solo resta regresar hasta Valsendero el leve subida primera por pista y ya luego por asfalto.
Una ruta ni muy larga ni muy dura, pero muy, muy bonita y entretenida.
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